Plateas de fundación

Una platea de fundación no es más que una gran losa monolítica de hormigón armado que tiene la misión de repartir las cargas del edificio sobre una superficie de apoyo mucho más amplia del terreno. Su diseño puede ser sencillo (espesor constante) o incorporar nervios o vigas de rigidez (superiores o inferiores) para aumentar su capacidad estructural.

Este tipo de cimentación es sinónimo de continuidad estructural, lo que ayuda a reducir los asientos diferenciales, simplifica la estrategia de impermeabilización y agiliza los trabajos en obra.

Para tomar la decisión de implementarla con fundamento, el primer paso es conocer a fondo el suelo (mediante un estudio geotécnico con ensayos SPT y clasificación unificada) y, solo después, analizar su comportamiento estructural frente a las cargas del proyecto.

¿Cuándo es la Platea la Mejor Opción?

Una platea de fundación suele ser la solución más conveniente en las siguientes situaciones:

• Suelos problemáticos: Cuando lidiamos con suelos blandos o muy heterogéneos, la platea permite promediar las presiones y limitar las diferencias de asiento a valores aceptables.

• Proyectos con plazos ajustados: Su logística simple y la posibilidad de avanzar por paños permiten acotar los tiempos de ejecución.

• Control de la napa freática: Al ser una única pieza, facilita la integración de barreras y drenajes bajo el edificio, mejorando el control del agua.

• Interacción más predecible: Ofrece una interacción suelo-estructura más homogénea comparada con apoyos puntuales que podrían generar concentraciones de tensiones.

• IMPORTANTE: La mayor garantía de la durabilidad de una platea, aparte de una buena ejecución y calidad de materiales, es un suelo bien compactado.

 Evaluación de un Espesor Uniforme: Un Esquema Rápido

El objetivo principal es comprobar si un espesor constante (sin nervios) es suficiente para cumplir con los requisitos de tensiones, deformaciones y fisuración, considerando las propiedades del suelo y la rigidez de la estructura superior.

Propongo un flujo de trabajo simplificado para modelar y comparar:

1. Caracterización del Terreno: Basándose en el informe geotécnico, se debe definir un rango del módulo de balasto (K) con valores bajo, medio y alto. Esto permite simular la variabilidad real del suelo.

2. Modelado Inicial: Se propone un espesor uniforme de partida y se modela la platea como una losa sobre fundación elástica.

3. Verificación de Estados Límite: Se comprueban los siguientes puntos críticos:

   • Punzonamiento: Principalmente en los encuentros de columnas y muros.

   • Flexión y Corte: Revisión en bordes y bajo los ejes de los muros portantes.

   • Deformaciones: Chequeo de las flechas admisibles y, crucialmente, los gradientes de asiento (asientos diferenciales).

4. Iteración y Comparación: El espesor se debe ajustar dentro de un rango viable, comparando el comportamiento en los tres escenarios de suelo propuestos (balasto bajo, medio y alto) y considerando la rigidez de la estructura (p. ej., un modelo con vigas más rígidas vs. otro más flexible).

5. Ajustes Menores: Solo si es estrictamente necesario, se consideran ajustes puntuales, como:

   • Capiteles en columnas muy cargadas.

   • Rigidización local en bordes.

   • Juntas de dilatación.

   • Mejora de la base (p. ej., una sub-base compactada).

6. Criterio de Cierre: Se acepta el espesor uniforme que cumpla con todos los escenarios simulados, buscando siempre el menor consumo de materiales (hormigón y acero) y privilegiando los detalles constructivos más simples para la obra.

 Ventajas de Priorizar el Espesor Uniforme

El enfoque de evaluar y, si es viable, adoptar un espesor uniforme aporta grandes beneficios:

• Facilidad de Construcción: Mayor constructibilidad y una reducción notable en el riesgo de errores de replanteo y nivelación.

• Control de Costos: Los costos se mantienen más controlados debido a la simplicidad del encofrado y la repetición del armado.

• Menos Patologías: Se minimizan las juntas y encuentros, que son puntos habituales de concentración de tensiones, filtraciones y patologías a largo plazo.

En resumen, la platea de hormigón armado es una solución robusta y eficiente cuando el terreno lo exige y el proyecto valora la continuidad, la impermeabilidad y la previsibilidad del comportamiento. Verificar un espesor uniforme bajo diversos escenarios de suelo y estructura es la mejor manera de tomar una decisión basada en datos y evitar un sobredimensionamiento innecesario.